Kulinarisches Heimspiel im Restaurante “Killo”

Endlich haben wir einen österreichischen Koch in Madrid gefunden, er heisst Manuel Auer und hat uns am 21. März so richtig verwöhnt. Ich muss jetzt unbedingt die Hauptdarsteller dieses Abends auflisten:

Rindsrouladen mit Kartoffelpürree,
Hirschragout mit Selleriemousselin,
Tafelspitz mit Apfelkren und Röstkartoffeln,
Rindsgulasch mit Serviettenknödel
und als Dessert: Dukatenbuchteln mit Vanillesauce und einem Spritzer Kürbiskernöl.

Der Abend im Restaurante Killo in Chamberí/Madrid war ein voller Erfolg, wir waren über 40 Teilnehmer und alle, Österreicher und Spanier, waren begeistert.
Ich wollte, wie es bei einem Afterwork normalerweise abläuft, den Koch vorher kurz vorstellen und ihn bitten kurz über sich zu erzählen.

Dann mussten wir jedoch unsere Pläne ändern, da Manuel nicht aus der Küche konnte. „Nur kein Stress“ sagte Manuel zu mir, „vor der Nachspeise komm ich und erzähl‘ was“.
So war es dann auch und er erzählte uns über seinen Werdegang, seine Restaurants in Madrid und Zahara de los Atunes und seine Familie.
Ein schöner österreichischer Abend im Herzen von Madrid ging kurz vor Mitternacht zu Ende und wird uns allen lange in Erinnerung bleiben.

Redaktion: Christoph Felder

 

Cita gastronómica austríaca en el restaurante Killo

¡Por fin hemos dado con un cocinero austríaco en Madrid! Él se llama Manuel Auer y el pasado 21 de marzo nos cuidó con todo lujo de detalles.
Pero primero he de nombrar a los protagonistas de la velada:

Filetes de ternera rellenos con puré de patata,
Ragú de ciervo con una muselina al apio
 “Tafelspitz” con rábano picante y patatas salteadas
Gulásch con bola y, de postre:
Brioche relleno con salsa de vainilla aderezado con un toque de aceite de calabaza

La cena en el restaurante Killo en el barrio madrileño de Chamberí resultó todo un éxito, éramos más de 40 comensales y todos, tanto austríacos como españoles, estábamos encantados.

Como acostumbramos en los encuentros After Work, mi intención era presentarle primero y pedirle que nos contara sobre su trayectoria. Sin embargo, tuvimos que cambiar nuestros planes, ya que Manuel no conseguía escaparse de la cocina. “No te preocupes” me dijo, “vendré antes de que llegue el postre y os contaré”. Y así hizo después, comentando sobre su andadura, sus restaurantes en Madrid y Zahara de los Atunes y su familia.

Una agradable velada en el corazón de Madrid que terminó poco antes de medianoche, y  que recordaremos por mucho tiempo.
Redacción: Christoph Felder/Christine Kescher