Ruta Urbana/Stadtspaziergang Madrid: Desde el Tribal a Conde Duque -16-09-2016
En nuestro paseo por la tarde/noche del 16 de septiembre por las calles aledañas de la Gran Vía de Madrid descubrimos que mucho había cambiado en aquel barrio, que hace algunas décadas no invitaba a pasear, callejear y comprar. Acompañados de nuestra guía Petra no sólo percatamos estos nuevos aires, sino también redescubrimos de forma consciente muchos edificios históricos tales como conventos y palacetes que llevan 3 ó 4 siglos en ese barrio, desde el momento en el que el Madrid de los Austrias necesitaba crecer, dejando que se asentaran emprendedores o se erigieran hospicios para amparar a los nuevos pobladores. Desde la calle Valverde, detrás de la Gran Vía, pasando por la de la Ballesta y la Plaza de la Luna para embocar en calle del Pez, paseábamos sorprendidos sobre la diversidad de estilo de tiendas, galerías de arte, cafés, restaurantes, teatros… el llamado Tribal (Triángulo de la Ballesta), un conjunto de calles que, gracias a una asociación de comerciantes, se había reinventado.
Transición de un escenario bullicioso a calles estrechas y austeras habitadas por iglesias y conventos
El escenario bullicioso de la calle del Pez, con sus aceras estrechas y sus fachadas de graffitis, sus tiendas chinas y restaurantes chic, cambió a un Madrid austero, cuando subimos la calle San Bernardo para adentrarnos en el barrio de la antigua Universidad con su enormes conventos (La iglesia y el convento de las Salesas Nuevas, la Iglesia de Ntra. Señora de Montserrat, la iglesia y el convento de Las Comendadoras) y su callejuelas poco iluminadas. Pero pronto, los muros interminables de las Comendadoras dieron relevo a plazas y plazuelas llenas de terrazas de oriundos del barrio para abrirnos el paso al Patio del Cuartel del Conde Duque, convertido en un macroespacio de ambientes y terrazas, que nos acogió para celebrar con unos para celebrar con unos ágapes nuestro redescubrimiento.
Die Dynamisierung des heute genannten TRIBAL (Triángulo de la Ballesta) ist einer Vereinigung von lokalen Händlern zu verdanken
Auf unserem frühabendlichen Stadtspaziergang am 16. September, welcher uns durch einige Strassen in der Nähe der Gran Vía führte, entdeckten wir, dass sich in jenem Viertel, das in den letzten Jahrzehnten wenig einladend war, so einiges geändert hatte. In Begleitung unserer Stadtführerin Petra wurden uns nicht nur das bewusst, sondern wir entdeckten so einige historische Gebäude wieder, die schon einige Jahrhunderte dort stehen, und zwar seit der Zeit, in der das Habsburger Madrid seine Arme ausstreckte, um Unternehmer mit Adelstiteln oder Hospize, welche sich um die Neuankommenden kümmerten, aufzunehmen. Beginnend in der calle Valverde, kamen wir zur calle Ballesta und zur Plaza de la Luna, um dann in die calle del Pez einzubiegen. Erstaunt über die Vielfalt an Stilen der Geschäfte, Galerien, Cafés, Theater erfuhren wir das es sich hierbei um den sogenannten Tribal (Triángulo de la Ballesta) handelte, dessen Dynamisierung der Initiative einer Vereinigung von hiesigen Händlern zu verdanken sei.
Das lebendige Treiben der calle del Pez, mit seinen engen Gehsteigen und Graffities, seinen chinesischen Läden und chicen Restaurants, wechselte schlagartig zu einem strengen Madrid über, als wir die calle San Bernardo mit ihren riesigen Klöstern und dürftig beleuchteten Gässchen hinaufgingen (Kirche und Kloster Salesas Nuevas, Kirche Ntra. Señora de Montserrat, Kirche und Kloster Las Comendadoras). Es dauerte aber nicht lange, bis die schier unendliche Mauer der Comendadoras vorbei war und wieder Plätze und Plätzchen mit Terrassencafés und lokalen Gästen auftauchten, um uns den Weg zum Patio del Cuartel del Conde Duque zu weisen. Dieser riesige Innenhof, auf dem sich Terrassenlokale verschiedener Stile befanden, nahm uns auf, um mit Speis und Trank unseren Madrider Wiederentdeckungstripp zu feiern.